Pues si, como ha contado Javi encontramos trabajo. El trabajo era de camarero, empecé el viernes 13 en un resto-bar del barrio de Palermo. Un lugar super pijo. Me disfracé para la ocasión con un mandil que me dieron que me llegaba a los tobillos. Lo único que tenía que hacer era tomar pedidos, servirlos y ser amable con los clientes. Cada vez que atendía una mesa la gente notaba mi acento, al volver a la mesa a llevarles las cosas me hacían la misma pregunta: "vos no sos argentino, cierto?", a lo que yo les contestaba: no, soy mas español que los toros (bueno, con mas delicadeza, había que ser amable). Una vez que confirmaban sus sospechas la pregunta resultaba ser: "y que hace un español como vos laburando acá, si son los de acá los que bla, bla, bla." Al principio te hace gracia y les contaba la historia y me tiraba un rato hablando con la gente (lo que a la hora de la propina parecía dar buenos resultados), pero después de atender muchas mesas cansa. Los compañeros (bueno compañeras, porque eran en su mayoría chicas, cosa que en nada me desagradó) muy buena gente, hacían que la tarea fuera agradable. Además he aprendido el código que hay en los restaurante de este tipo. Por ejemplo, a la hora de servir el vino se empieza por las mujeres, y dentro de ellas por la mas vieja (hay que tener buen ojo con la edad!). También a la hora dar propina, si el cliente dice gracias al camarero significa que te puedes quedar con la vuelta, ya se que no debo decir gracias si pago con un billete grande una cuenta pequeña. Lo que mas gracia me hacía era pensar en cuanto iba a ganar. Sin las propinas sale a menos de 80 centimos de euro la hora, con propinas asciende a poco mas de 1.5 eur/hora. En fin, una experiencia mas para contar a los nietos: camarero en Buenos Aires.
Todo lo que tiene un principio tiene un final. El final de mi laburo llegó de forma prematura cuando a la noche salimos (a celebrar el nuevo laburo, jejeje) con nuestros compañeros de piso colombianos y unas amigas suyas, una de Canadá, otra de Chile y otra de Perú. Estuvimos en su piso de botellón. En mitad del botellón a la peruana se le ocurrió subirnos a la azotea del bloque, algo así como un décimo, y seguir el botellón allí. Una vez en la azotea vimos que había unas escaleras que seguian subiendo por el edificio hasta el techo del cuartillo de las calderas o algo parecido. Así que allí nos subimos todos a jugar al "plin" y a "marcianito llamando a marcianito". La canadiense no se enteraba de ná con los juegecitos latinos y acabó como las perras, una putada cuando tienes que volver a bajar unas escaleras de pared, pero resultó estar hábil a la hora de bajar. Así llegaron las nueve de la mañana, yo entraba a trabajar a las diez y Javi tenía su primer dia de trabajo a las doce. Pensar en nuestra nómina y en nuetro estado físico no ayudaba mucho a tomar un colectivo camino del laburo, de forma que tomamos una decisión in situ: ya ganaremos los 12 eur/dia en españa cuando lleguemos a Europa y dediquémonos a viajar por acá, que puede que sea la única vez que estemos por estos lugares.
Ya hemos visto un billete para Madrid el 15 de diciembre por sólo 325eur, sale desde Bogotá. Nos viene de perlas porque podremos recorrernos sudamérica casi de punta a punta. Además para esas fechas estará en Cali Camilo, nuestro compi Colombiano de la casa.
Lo que pasó el sabado y el domingo lo dejo para Javi que a mi me ya duele la mano.
Muchos abrazos y besos!!
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1 comentario:
Tié cojones que casi te toquen los webos en el chequeo médico pal curro y luego dejarlo a los 4 días... jaja
Veo que os lo estáis pasando de lujo allí ¡Que siga así la cosa!
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